Hace trece años realicé esta obrita tratando de emular al gran Salvador Dalí. Cada vez que la contemplo no puedo dejar de fijarme en el lazo rojo que lleva la joven asomada a la ventana. Hoy hace trece atardeceres que le mostré mi trabajo recién terminado a mi abuela y esta me comentó: «Todavía le falta un pequeño detalle.» «¿Cuál?», le pregunté. Ella, mojando la punta de un fino pincel en rojo, trazó con delicadeza aquel lazo.